El Día Europeo de la Bioenergía fue el 21 de noviembre. Esa fecha señala en el calendario el día a partir del cual el Viejo Continente puede satisfacer toda su demanda de energía con biomasa (toda, desde el 21 de noviembre hasta el último día del año). Aquí también en esto vamos algo rezagados. Y por eso nuestro Día D -el Día de la Bioenergía en España- fue ayer, 3 de diciembre. La Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa (Avebiom) asegura que aquí podríamos celebrar antes esta efeméride si aprovecháramos determinadas biomasas residuales.
“Se debe tener en cuenta que la biomasa agrícola es un recurso energético local disponible anualmente, con un coste más económico que el de la biomasa forestal. Por lo tanto, es necesario llevar a cabo una tarea de sensibilización para promover la biomasa de la vid como una alternativa energética viable y fácil de instalar”.
Esta conclusión, extraída del informe final del proyecto LIFE ViñasxCalor con el que se ha potenciado el uso de podas de viñedos como recurso energético en la comarca del Penedés (Barcelona), se podría unir a otras que cita Avebiom, para apostillar que “si se aprovecharan estos recursos, el Día de la Bioenergía en España se adelantaría al 25 de noviembre, como en Francia, y muy cerca de la media europea, que fue el 21 de noviembre ”.
Adelantar la celebración con más rastrojos y restos de podas
De momento España lo celebró ayer, el 3 de diciembre, y Avebiom recuerda dónde se localiza ese “gran potencial de recursos infrautilizados”: “solo con lo que se quema y no se aprovecha en rastrojos (podas de olivo y de frutal o sarmientos) e incendios forestales en verano (matorrales) se podría rebajar el consumo de combustibles fósiles y reducir la dependencia energética”. Y cita datos de otros proyectos (EnerbioScrub, Biomasud Plus, EuroPruning y S2Biom) para cuantificar ese potencial.
Javier Díaz, presidente de Avebiom, valora que ser autosuficiente durante veintiocho días supone también ser “un país independiente energéticamente durante casi un mes, por ser una fuente de energía renovable y propia, que no depende de la importación de petróleo o gas”.
Dependencia de materias primas foráneas
Realmente, no todas las materias primas con las que se produce bioenergía en España son propias. En el caso de los biocarburantes es al revés, casi el cien por cien, especialmente en el caso del biodiésel, procede del exterior. En cuanto al pélet, en 2014 se estimaba que 100.000 toneladas venían de Portugal y hay previsiones de que este año aumente la importación de este biocombustible.
Sin embargo, el principal abastecimiento de biomasa en España, el que se destina a las calderas domésticas, sí se consigue mayoritariamente con recursos propios. Como recuerda Avebiom, en nuestro país “la biomasa se usa mayoritariamente en calefacción residencial y en las industrias; y en menor medida para la generación de electricidad y biocarburantes”.
Fuente de la noticia: https://www.energias-renovables.com/biomasa/desde-hoy-hasta-el-31-de-diciembre-20171203