La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE UU alerta de los efectos desastrosos en el clima.

La concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera sigue batiendo récords, según alerta hoy el informe anual de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE UU. En 2017, la concentración media de los principales gases culpables del calentamiento global —incluyendo el dióxido de carbono (CO2), el metano y el óxido de nitrógeno— alcanzó la cifra de 405 partes por millón, la más alta desde que comenzaron los registros modernos hace 38 años y también la más elevada en muestras de hielo de hasta 800.000 años de antigüedad. En 2016 fue de 403 partes por millón, una cantidad inimaginable hace una década, cuando se detectaban 385 y los expertos y las ONG ecologistas pedían alcanzar un límite seguro de 350.

El informe, elaborado a partir de contribuciones de más de 500 científicos de 65 países, confirma que 2017 fue uno de los tres años más calurosos desde que comenzaron los registros en 1880, tras 2016 y quizá empatado con 2015, como ya adelantó la Organización Meteorológica Mundial en enero. En el caso de España, 2017 sí fue el año más cálido desde que empezaron las mediciones. En todo el planeta, la temperatura promedio en la superficie se situó entre 0,38 y 0,48 grados por encima de la media del periodo de referencia 1981-2010.

Los expertos recuerdan que hay que tener en cuenta el efecto de El Niño, un fenómeno cíclico natural asociado a un aumento de las temperaturas en la parte oriental del Pacífico tropical. 2016 fue inusualmente cálido por el impacto de El Niño pero, si se descuenta esa alteración, 2017 ha sido el año más caluroso.

El documento destaca que 2017 fue el segundo año más seco desde 1965 en España y el tercero más seco desde 1931 en Portugal. En el país vecino, la precipitación media en septiembre apenas alcanzó el 5% del promedio observado entre 1971 y 2000. “En muchos sitios no se registraron lluvias en absoluto”, advierte el informe, publicado hoy en el Boletín de la Sociedad de Meteorología de EE UU.

El nivel del mar también tocó techo en 2017, con una subida que ya llega a 7,7 centímetros respecto a 1993, cuando comenzaron las mediciones por satélite. “Los niveles han subido año tras año durante seis años consecutivos y en 22 de los últimos 24 años”, alertan los autores, que incluyen a Asunción Pastor y Ernesto Rodríguez, de la Agencia Estatal de Meteorología, y a Joaquín Triñanes, de la Universidad de Santiago de Compostela. El nivel del mar asciende a una media de 3,1 centímetros por década, subrayan.

Prácticamente todos los indicadores son alarmantes. El máximo anual de la cubierta de hielo del Ártico —una medida que se toma antes de que comience el deshielo veraniego— también batió el récord negativo desde que arrancaron los registros hace 38 años. En septiembre de 2017, tras el deshielo estival, la capa de hielo era un 25% menor que lo habitual. En el otro extremo del planeta, la Antártida, el 1 de marzo de 2017 fue el día con menos hielo desde que empezó la vigilancia por satélite en 1978.

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